- Realizar ejercicio adaptado a las personas con Lipedema puede mejorar significativamente su calidad de vida y movilidad.
- El entrenamiento moderado y constante ayuda a reducir la inflamación y el dolor asociado con el Lipedema.
- Optar por actividades de bajo impacto, como la natación, puede ser ideal para quienes padecen Lipedema.
- La combinación de rutinas cardiovasculares y de fuerza favorece la circulación y el mantenimiento de un peso saludable.
- El ejercicio regular ayuda a fortalecer el tejido muscular, lo que puede proporcionar soporte extra a las áreas afectadas.
- Adaptar los entrenamientos a las necesidades individuales es clave para evitar lesiones y obtener los mejores resultados.